El Indicador de Desarrollo Humano de Naciones Unidas deja a Guinea Bissau en el lugar 177 sobre 189 según las estimaciones de 2021. La esperanza de vida es de 60 años y tiene un elevado índice de mortalidad infantil y materna.

Según el Ministerio de Educación Nacional, el 63,1 % de las mujeres mayores de 15 años no recibieron educación en comparación con el 34,8% de los hombres; en las zonas más pobres del país, el 90% son analfabetas y solo el 20% de las niñas termina la educación secundaria. Su pirámide poblacional muestra una población eminentemente joven, con un elevado porcentaje infantil, que denota una necesidad apremiante para la promoción de la escolarización de las niñas.

Con respecto a las mujeres y niñas, son la parte de la población con mayor riesgo de exclusión social y de sufrir una muerte prematura debido a prácticas nefastas tales como la mutilación genital femenina (MGF). Se estima que hoy, unas 300.000 niñas están afectadas por la MGF y unas 80.000 en peligro de ser mutiladas.

Las violencias machistas están estrechamente relacionadas con la falta escolarización. Gracias al diagnóstico elaborado por el CLCPN, se extraen afirmaciones como que una de cada dos mujeres de 15 a 49 años declaró haber sido sometida a algún tipo de MGF y que una de cada tres niñas presenta algún tipo de mutilación; esta tendencia aumenta cuanto menor es el nivel de escolarización y disminuye cuanto mayor es ese nivel.

La propuesta da continuidad al proyecto de Agentes de Cambio iniciado en 2018, que continua a través de talleres de alfabetización a mujeres, de emprendimiento a través de la costura y espacios de diálogo con jóvenes para la erradicación de violencias machistas. Se iniciará esta nueva fase en la que acoger a infancia desprotegida mediante la mentorización de otras jóvenes.

El proyecto tiene tres ejes de trabajo:

1) Apoyo educativo y psicosocial a 20 niñas de 3 barrios de Bissau para favorecer su escolarización y éxito escolar, así como su iniciación en procesos de empoderamiento colectivo en torno a derechos sexuales y reproductivos.

2) Coordinación con familias, agentes comunitarios e instituciones para el mantenimiento de las niñas en la escuela y la socialización del proceso de acompañamiento.

3) Acompañamiento y formación a grupos de mujeres y jóvenes agentes de cambio para favorecer el proceso de mentoría al grupo de niñas.